Ceñajos y el «chochín»

Ceñajos es un tramo libre sin muerte del río Cabriel a su paso por la provincia de Cuenca, que cuenta con una buena población de truchas y una afamada reputación entre los pescadores de la zona.

Esta temporada lo hemos pescado tres veces con resultados dispares, pero con buenas sensaciones en todas ellas. Tiene muchas truchas, bravas y selectivas en bastantes momentos del día. Si además hay abundancia de “chochines” como ocurrió en las dos primeras jornadas, no hay nada que hacer, ya que las truchas solo quieren a este insecto por encima de otras eclosiones. Y la le puedes poner lo que quieras, que como no sea por error, lo llevas claro.

No teníamos experiencia previa y nunca nos había pasado esto en otros ríos de la zona por lo que nos pilló totalmente desprevenidos. Pero aún así había que intentar pescar.

El río y el entorno en este tramo son preciosos, llenos de vida, aguas transparentes, fondos calizos, como todo el Cabriel. Buenas zonas de lance a mosca, otras tantas muy profundas, las menos, pero encaja en la denominación de un tramo VIP de pesca, por su gran cantidad de truchas, pintos, medianas y algunos ejemplares por encima de los 40cm que también se dejan asomar ocasionalmente.

Durante las primeras jornadas, la escasez de las capturas fue la nota dominante, ya que truchas había y muy activas, aunque sólo comían el comentado “chochín”. Durante sus eclosiones las truchas se vuelven locas, por momentos se pueden observar infinidad de cebadas simultáneas en la superficie. Es como si estuvieran en una piscifactoría esperando a que les echaran de comer.

En la tercera cambio radicalmente la situación y quizás por ser verano bien entrado este insecto brillara por su ausencia en todo el tramo. El caso es que hubo igualmente mucha actividad en superficie pero a otras eclosiones variadas, dípteros, efémeras y tricópteros por la tarde. Hecho que permitió conseguir una docena de capturas bastante francas.

Hay que destacar la bravura de las truchas por pequeñas que estas puedan ser, presentarán siempre una bonita pelea tratando de soltarse del anzuelo. Otro tema es la cantidad de alevines y pintos que se pueden ver, según se vadea por sus aguas, eso denota el buen estado de sus aguas y asegura un prometedor futuro para esta especie.

Sin duda las truchas son caprichosas y no será en único río o tramo donde esto no suceda. Quizás pecamos de pardillos al no conocer esta circunstancia, pero si algo hemos aprendido es que tenemos que volver  en el futuro mejor preparados y con imitaciones de “chochín” en nuestras cajas.

Una vez más el río Cabriel nos deja una interesante jornada de pesca a mosca esta temporada y podemos afirmar que nos volveremos a ver en el futuro.

Hasta la temporada que viene!

Texto y fotos: PescataMinuta