Spring barbels

De nuevo en el río tras los barbos que remontan incesantes sus aguas sumamente excitados a estas alturas en su ciclo vital en plena freza. Momentos donde se advierte su presencia en las corrientes más claras y someras. Incluso se les ve franquear obstáculos, piedras, troncos en las zonas más rápidas con fuertes coletazos y algún que otro pequeño salto. Momentos muy interesantes tan sólo observándolos.

Me acompaña mi hermano y compañero de pesca Miguel Angel y entre los dos nos proponemos pasar una entretenida jornada, tratando de engañar si se dejan, a algún que otro pez.

Preparados con los equipos y dispuestos a comenzar, nos acercamos a la orilla para tratar de localizarlos y ya en la cercanía de las primeras corrientes de la cabecera de una gran tabla, se les ve merodear de un lado a otro, sin decidirse a subir la corriente.

Tenemos la suerte de conocer bien cada palmo de este tramo y las distintas querencias de los peces en esta época del año, así que nos apresuramos a llegar al primer emplazamiento. Una vez allí los vemos, aunque con el agua rápida y tomada, se les puede apreciar subiendo corriente arriba por distintas zonas del río. Solo es cuestión de coger la postura y comenzar la acción de pesca.

Las capturas no se hacen esperar y a los pocos minutos tengo el primer barbo prendido en la ninfa. Un par de rápidas carreras y seguidamente se suelta. Vuelta a empezar. Un segundo poco después, pero este se suelta antes con la ayuda las piedras del fondo. Pronto Miguel Angel prende el primero, lo mantiene unos segundos, pero en dos cabezazos logra soltarse. Menuda racha!, de momento no logramos captura ninguno.

Un rato después, habíamos perdido media docena cada uno y eso que algunos estaban a punto de sucumbir tras haberles peleado un buen rato, cruzándose el río y subiendo y bajando corrientes. Pero por fin llegó la primera captura, Miguel Angel lo aguantó bien y lo trabajó bien durante varios minutos, pese a los aprietos en los que le puso, perdiendo el equilibrio varias veces. Un buen pez que recompensó tanto esfuerzo.

A partir de aquí, las capturas por ambas partes se fueron sucediendo con éxito, aunque algunas otras también se volvieron a escapar.

Personalmente me toco lidiar con uno de esos barbos que sin ser excesivamente grande me plantó una pelea descomunal durante varios minutos y me hizo cruzar todo el río. Creo que si hemos capturado todo, el vídeo valdrá la pena verlo.

En las horas centrales del día, algunos comían en superficie ocasionalmente, por lo que decidí probar con un escarabajo de foam. Localicé en una zona orillada sin corriente y totalmente clara a algunos de deambulaban sin prestar atención a las hembras, en cardúmenes de pocos miembros y aproveché la oportunidad. Me costó varias hacer varias presentaciones, pero logré que uno de ellos se girase y sin pensarlo subió a tomar la mosca sin miramientos. ¡Fue un subidón!, no me lo esperaba y aún recuerdo como me latía el corazón en esos precisos instantes.

Hicimos un descanso, nos lo habíamos ganado.

Por la tarde, nos asomamos a una zona donde suelen descansar los que han subido parte del tramo de la gran tabla. Allí se les podía ver en grupos más numerosos y en las aguas más paradas. Así que me dispuse con la Marryat Táctical Pro y un bicho de foam a probar fortuna. Mientras Miguel Angel, aprovechó para echarse una mini siesta en una praderita que invitaba a hacerlo.

Observé que tenían un recorrido de ida y vuelta en esta pequeña tabla, sólo era cuestión de esperar a realizar el mejor lance en el momento adecuado. Y en una de esas vueltas de reconocimiento que estaban haciendo les puse la mosca a un metro delante de su camino y aunque la mayoría pasó sin percatarse, una de las hembras subió directa a por ella y la tomó con total naturalidad. A partir de aquí imaginaros un carrerón de infarto donde me quitó parte del backing y donde además logró engancharse entre la vegetación del fondo. Al final logré capturarlo e inmortalizar el trofeo.

El resto de la tarde fue durante buena parte bastante apática, los barbos no estaban por la labor y el viento y el sol iban y venían constantemente.

En la última hora se animaron un poco y logramos capturar algunos más antes de rematar la jornada.

Si hiciéramos balance general podemos afirmar que perdimos más de los que capturamos, pero entre ambos logramos casi una docena de peces, que salvo dos el resto fueron a ninfa.

Un buen día de pesca, sin duda.

© PescataMinuta 2016

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Jose dice:

    Salieron peces de buen porte, que siempre se agradecen. Y conociendo a los barbos, el espectáculo está asegurado. Me alegro por vosotros y por esas capturas.

    Saludos

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    1. Gracias Jose, con lo barbos siempre te diviertes y si son en el río más

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