Aprovechando un día pre-primaveral de febrero con una suave temperatura y sin viento, me decido a salir en busca de los primeros barbos de la temporada. Otras temporadas he empezado en pleno marzo, pero no podía dejar pasar esta ocasión sin intentar dar con alguno y pasear por la orilla del río.
No iba a estar solo, te encontré con otro pescador en la misma zona, con el que intercambié algunas palabras deseándonos suerte.Pero prácticamente la mañana transcurrió sin ver
les, tan sólo alguna carpa que se bañaba distante, pero poco más.
les, tan sólo alguna carpa que se bañaba distante, pero poco más.
Dulce comienzo para una larga temporada que seguro que me depara más de una emoción.
© PescataMinuta



