Farios del río Lozoya

Teníamos nuestras dudas acerca de la meteorología de la jornada ya que la mañana parecía complicarse por momentos según nos acercábamos a las inmediaciones del Valle del Lozoya. ¡Qué no llueva!, comentamos mientras sacábamos los permisos.

Ya en el coto, cielo cubierto y una temperatura fresca de 11ºC en el ambiente, lo que hizo que nos abrigáramos bien. El río Lozoya con agua abundante y rápida, pues es lo que tiene un escenario de montaña y en pleno deshielo.

Comenzamos montando distintas ninfas con el fin de buscar a las truchas en las pozas profundas cerca del puente que cruza el río, sin suerte durante los primeros minutos de la mañana. Por lo que probamos fortuna en los ensanches el río en la cabecera del tramo I. Pero la zona está complicada para vadear, los fuertes rápidos dificultan mucho la estabilidad en el agua y ante el inminente peligro de una caída, decidimos subir hacia la presa. Allí el agua no es tan brava y nos permite unas posturas más adecuadas para el lance.

Pronto Santi, clava la primera trucha común, mientras yo  estaba divisando otra intentando remontar el río. Ya teníamos la primera captura del día, lo que presagiaba una buena jornada. Intentamos una media hora más y decidimos hacer una pausa para el almuerzo.

Retornamos a la actividad bajando aguas abajo del puente, buscando en las pozas profundas y otros rápidos que transcurren antes del encajonamiento del río. Miguel clava otra trucha fario con una ninfa CD, pero la mala suerte le hace perderla antes de dar testimonio. Por mi parte y pocos minutos después en un remanso de la corriente, clavo otra trucha común de buen tamaño también con ninfa CD, por lo que parecía que la actividad se animaba. El cielo se abría y el sol asomaba calentando el ambiente.

Poco después, decidimos volver ala cabecera y de nuevo probar fortuna en aguas más tranquilas. Finalmente consigo clavar otro ejemplar algo más grande que el anterior, en este caso con una Stonefly.

Acabamos la jornada y de regreso al aparcamiento, probando en las pozas del puente de nuevo, donde a Míguel una enorme trucha atraída por el indicador de picada de su bajo de línea le sorprende subiendo a la superficie ferozmente.

En buen día finalmente, pese a las dudas de las primeras horas. Pudimos pescar tranquilamente y disfrutar de gran entorno natural. En las horas finales de la mañana, aunque se acercaron muchos paseantes a los alrededores del río, fueron muy respetuosos con nosotros en todo momento, lo cual es de agradecer.

En resumen, un magnífico enclave de pesca sin muerte, con truchas fario de repoblación de muy buena calidad, eso sí, recomendable a partir de mayo por el caudal del río.

texto y fotos: PescataMinuta

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. manuel dice:

    Muy buen reportaje.
    Parece ser que la diversión estuvo en todo momento.
    Enhorabuena

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  2. NightAngel dice:

    Hola!!!! Estoy buscando localizaciones para una sesión de fotos en un río y me encanta lo que he visto en tus fotos. Es justo lo que estaba buscando (aunque supongo que esas fotos no son de esta época del año). Podrías darme alguna indicación de cómo llegar a esa zona tranquila del río? El kilómetro de la carretera o algo así? Quizás es la M-604? Muchas gracias!

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    1. Si es la M-604, justo por debajo de la presa de Pinilla.

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