Primera salida al río Ucero en el acotado del mismo nombre. Mediados de mayo, muchas expectativas y ganas de pisar las aguas de éste mítico soriano. La previsión daba lluvias al mediodía, por lo que nuestra intención era aprovechar al máximo la mañana.
Ya en el río, se presentaba alto de caudal, pero bastante limpio en las primeras tablas y corrientes que avistamos. Apenas tardamos en situarnos en los primeros tramos y posturas, había prisa por comenzar a pescar. Todos con ninfas desde el inicio, a a espera de ver algún movimiento en superficie.
Pronto la primera captura, consigo una hermosa trucha que aguardaba pegada en la orilla en plena corriente de una suave curva del río. Nada más clavarla, siento que se trata de un gran pez, manteniendo una gran pelea durante unos minutos y que se
intensifica al descolgarse unos metros corriente abajo, pero que finalmente es llevada a la sacadera donde puedo deleitarme con su belleza.
Seguimos avanzando y otras capturas se van sucediendo casi en cada tabla. El río nos ofrece lo mejor y vemos que tiene un gran población de truchas. Si bien la mayoría son de unos 22-25 cm, todas muy bravas y de librea oscura. Vamos peinando cada rincón
del río que nos induce a pensar que alberga peces, siendo muchas las posturas que se nos van poniendo a tiro.
Al final de unas corrientes que terminan dotando al río de dos brazos, entre uno de los chopos caídos sobre el agua Santi llega a clavar una pieza interesante, pero esta se esconde entre la ramas y consigue soltarse. Una pena, por la forma de doblar el puntal de la caña, parecía un buen pez.
Al mediodía y tras el descanso, llegamos a ver algunas cebas ocasionales, y aunque estás no eran repetitivas, decidimos intentar pescar a seca y probar suerte. Pero tras varios intentos, no hubo frutos.
Por la tarde empezamos a ver mucha más actividad, con grandes eclosiones de pardones y rhodanis y algún tricóptero puntual. A partir de aquí, las truchas se mostraron muy activas, pudiendo capturar varias con mosca seca y presenciando magníficas escenas viendo nítidamente como las truchas subían a comer pardones en plenas corrientes. En el aire los vencejos tenían un gran festín ante tantas efémeras volando.
La última hora bajó bastante la actividad, por lo que continuamos tratando de pescarlas a ninfa, pero pocos peces pudimos mover, nada que ver con la mañana. Ante esta situación tocaba regresar al aparcamiento y dar por concluida la jornada.
Como conclusión general decir que se trata de un precioso río con un estado de salud perfecto, de fácil vadeo, aguas limpias, posturas variadas, nada monótono y sobre todo una gran población de truchas. El día finalmente acompañó, y apenas chispeó en algún momento puntual, por lo que pudimos aprovechar y disfrutar el día.
© PescataMinuta 2016
Como me alegro de que disfrutárais, lo pillasteis en el momento perfecto para poder pescar tanto a ninfa como a seca, sé de algunos que no tuvieron suerte con la fecha y se pegaron la kilometrada casi para nada. La verdad es que es un río magnífico, a ver si algún año tenemos buen número para cogerlo…
Saludos!
Me gustaMe gusta
Gracias Mario, este año hubo suerte en el sorteo y pudimos pescarle, pero tenemos que repetir es un gran coto. Saludos
Me gustaMe gusta
Es cierto, la mejor época para pescarlo, el problema es que hay que tener de un buen número en el sorteo para coger una fecha medio decente.
Me gustaMe gusta
Este año hubo suerte, costó varias intentonas.
Me gustaMe gusta