A falta de pan buenas son tortas!, un dicho que bien aplicado a la pesca también tiene todo un sentido. Este pasado sábado sin ir más lejos, en tierras y aguas de grandes conquistadores, me adentré en Extremadura para pisar después de muchos años las orillas del Embalse de Orellana. Mi intención inicial era la de pescar a mosca los famosos esócidos que habitan estas aguas, pero después de una calurosa jornada, me tuve que conformar con tentar a las carpas que se acercaban a la orilla de las reculas cercanas al Puente de Cogolludo.

Lejos de lo esperado y habiendo invertido tiempo en la preparación de algunos nuevos streamers y algún que otro bajo para lucios, todo supo a poco y pude resarcirme al menos con algunas carpas que me entretuvieron al final de la tarde, soltando la línea y ofreciendo cierta pelea. Como siempre el entorno y la compañía durante el almuerzo de algunos pescadores, que bien pertrechados de pato y sondas, compartieron un poco de charla, fue lo mejor de la jornada. De los lucios… ya habrá más ocasiones.

Texto y fotos: © PescataMinuta.es 2015