Peralejos de las Truchas

Mucho hay escrito sobre los famosos parajes de pesca del Alto Tajo y en general todo bueno, si bien es verdad que casi todos los artículos se basan en décadas anteriores o tiempos donde no había tanta presión de pescadores en sus aguas. Pero sin duda, se trata de uno de los enclaves predilectos para la mayoría de los pescadores con mosca, es Peralejos de las Truchas.

Las primeras menciones escritas sobre Peralejos de las Truchas datan del siglo XIII, sin embargo, en esa mención aparece ya como un lugar de bastante población, por lo que se infiere que existía en la ubicación actual antes de esa fecha. En el mismo término municipal existen restos de asentamientos prerromanos, entre ellos algunos que perduraron hasta la edad media. Desde
que se tienen noticias siempre ha estado vinculado al Señorío de Molina, dentro del cual fue evolucionando y aumentando su población hasta llegar a un máximo de unos 800 habitantes en el siglo XX. Luego la despoblación rural mermó su población hasta reducirla a unos 175 habitantes de derecho en el último censo (la población de hecho será de unos 100 habitantes).

Durante la repoblación algunas familias como la hidalga Arauz que venían de las Vascongadas se establecieron en su término municipal y se dedicaron básicamente al pastoreo de vacas y ovejas. La Ermita de Ribagorda es testigo mudo de ello. Allí están enterrados vástagos de la familia Arauz. También la casa
grande de los Arauz en la plaza mayor que es una hermosa representante de la arquitectura popular y que data de principios del siglo XVIII.

El clima de Peralejos es mediterráneo, pero muy matizado por la altitud. La precipitación media anual se sitúa en unos 830mm, recogiéndose de media en verano (Junio-Julio-Agosto) unos 120mm. Pero tanto la precipitación interanual como la mensual es muy variable. Las temperaturas suelen ser bajas, salvo en verano, cuando son suaves (por el día se pueden alcanzar los 30 grados a veces, y por la noche bajan a unos 9 grados de media). La temperatura media anual se sitúa en unos 8,6 grados. Ningún mes supera los 19 grados de media. En la clasificación de Allue-Andrade se define como clima mediterráneo subhúmedo de tendencia centroeuropea.

Aproximadamente la mitad de la superficie de Peralejos de las Truchas se encuentra cubierta de bosque, siendo la especie principal el pino albar (pinus sylvestris), el pino negral (pinus nigra) y el chaparro (quercus faginea), pero existen también ejemplares de encina, tilo, fresno de montaña, olmo de montaña, abedul, etc.

La fauna también es muy variada, destacando las rapaces, como por ejemplo, Aguilas y sobre todo muchos Buitres,los mamíferos Ciervos y Zorros y reptiles víboras y serpiente común. Entre las especies más dadas en los ríos de la comarca están el barbo y la trucha. Otras que podemos encontrar son la boga, la bermejuela, el barbo comizo y la locha espinosa.

Toda la zona es de una belleza fascinante, pues gracias a las hoces, gargantas, cañones, barrancos y valles de los principales ríos Gallo, Cabrillas, Hoz Seca y Tajo, todos en la provincia de Guadalajara, dibujan un paisaje con orografías muy variadas.

Yo lo conocí en 1.989, lo pesqué dos veces en esa temporada en la zona libre y había muchas truchas y de buen tamaño. Solo logré capturar una trucha en ambas ocasiones. Aun no había comenzado a practicar con cola de rata, pero el buldó combinando secas y ahogadas, funcionaba bastante bien.

Al año siguiente probé en el coto experimental sin muerte aguas arriba del Puente de Martinete, que se fundó en 1.981 siendo el primero de España y donde clavé las truchas más peleonas que recuerdo en este río y eso que no eran grandes.

Como sabéis hay justo a continuación de este coto sin muerte otro con muerte, justo a partir del Puente de Martinete, para mi gusto más abrupto y difícil para pescar con cola de rata y que sólo he pescado una vez, pues mis preferencias son de captura y suelta desde hace muchos años.

Sus aguas transparentes y su lecho arenoso y tupido de algas de color esmeralda, le confieren un atractivo inigualable. Muchas de las mejores tablas, vadeables presentan diversas posturas para pescar a mosca seca. Incluso a gran distancia se ven las truchas, pero ellas a ti también.

En toda la zona de Peralejos y Hoz Seca está prohibido el uso de cebo natural, aunque siempre ha habido mucho furtivismo en el Alto Tajo, quizás la dificultad se basa en la gran extensión de tramos libres y cotos donde se puede pescar. Siempre se ha dicho que hay poca guardería para tanta zona y ese es el principal problema.

Los que somos respetuosos, aplicamos las normas a rajatabla, pero se siguen observando muchos pescadores, pescando en el coto con cucharilla y seguro que sin permiso.

Personalmente creo que es una de las etapas en las que todo pescador de mosca debe detenerse y probar, pues la exigencia es máxima, bajo mi opinión personal, uno de las zonas más difíciles, donde el camuflaje y el sigilo son muy importantes, si quieres llegar a lanzar cerca de una de sus truchas.

Lo he pescado otras veces en todos estos años y aunque la población de truchas está muy mermada, sigue teniendo un gran atractivo para mí por su orografía, su historia y sus truchas autóctonas que siguen siendo tan listas como siempre.

Centrándonos en lo que ha sido esta temporada, podría resumirse en regular, dada la escasez de capturas, aunque otra cosa han sido las picadas y oportunidades de clavar buenos ejemplares de trucha. Y es que en las tres veces que he venido julio, mediados de septiembre y finales de septiembre, no han sido jornadas de mucha actividad.

En julio, las truchas se cebaban desde primera hora, y me llegó a picar una muy pronto de pequeño tamaño a un díptero, pero no logré clavarla. Sólo ese movimiento hizo que otras 3 que estaban cerca salieran despavoridas. Llegué a tener otra ocasión hacia las 11:00h con una efémera oliva, pero la picada fue tan rápida que no me dio tiempo a reaccionar.

A mediados de septiembre me acompañó Miguel Angel y llegando a la misma hora, no había la misma actividad que en julio, según avanzó la mañana, comenzaron las cebadas, pero no logramos engañarlas con nuestras imitaciones, todas las rechazaban. Lo más cerca fue una trucha grande que quiso picar a una hormiga, pero justo en el momento de morder la rechazó también. Esta vez vimos en la cabecera del coto, cerca de los chopos muchas truchas y algunas mayores de 2 kg.

Justo el último día de la temporada, vuelvo a probar suerte y aunque también con mucha dificultad, consigo capturar dos ejemplares con tricóptero de oreja de liebre. Ambas por la tarde, ya que por la mañana las dos oportunidades que llegué a tener a ninfa se llegaron a soltar en la lucha. A diferencia de otras ocasiones por la mañana a penas había actividad, estaban todas abajo, por lo que sólo probé ninfas y streammers. En cambio por la tarde, todas las truchas comían arriba, por lo que el uso de secas era obligatorio.

La próxima temporada volveremos y espero que con mejor suerte, aunque tampoco es que nos importe excesivamente, ya que sólo dejarte caer por estos parajes y ver la riqueza natural que lo rodea para su disfrute, es ya todo un premio.

Deseo que este pequeño reportaje os descubra algo más este paraíso y que entre todos podamos contribuir a su conservación…, es nuestro tesoro!

Texto y fotos: PescataMinuta

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