Arenal, primeras pintonas

Siempre ansías comenzar la temporada truchera y más en un año sin tregua alguna, con la climatología tan adversa y los ríos desbocados. Los barbos me habían dado algo de vidilla pero claro, la trucha es la trucha. Y es que hasta la fecha, la única vez que había intentado asomarme a pescar tuve que desistir por tanta dificultad, así que esta vez tocó aguardar más de lo deseado, esperando a una jornada más propicia para dar por empezada la temporada truchera.

Pero llegó el día adecuado de abril y con la cuadrilla al completo, decidimos acercamos a este precioso entorno que es la Sierra de Gredos y concretamente al río Arenal.

Nubes y claros iban a ser la tónica según las previsiones, quizás algo de lluvia a media mañana podría aparecer, pero ya en el aparcamiento y bajando aguas abajo al comienzo del tramo, se palpaba un ambiente muy propicio para disfrutar de la pesca.

Los primeros pasos en la corriente nos muestran un agua gélida, lo que nos indica que las truchas se moverán poco y que habrá que buscarlas entre las piedras del fondo. Así que poco a poco comenzamos a dejarlas que empiecen a hacer su trabajo en corrientes y pozas.

Como en otro mucho ríos de alta montaña, el tramo en sí discurre con miles de opciones donde tentarlas. Grandes y medianas rocas van conformando una orografía del río muy especial, que proporcionan a las truchas numerosos apostaderos y refugio a la vez. Éstas además dibujan en al agua diversas trazados en los que es frecuente encontrar corrientes, badinas y pozas en casi todo el tramo.

El entorno es precioso, flanqueado entre alisos, nogales, álamos, fresnos, pinos y algún que otro cerezo de las fincas particulares que se asoman a su curso, el río discurre caudaloso y frenético, abriéndose paso hasta su desembocadura con el Tiétar.

Separados entre sí, distantes pero conectados con los walkies, vamos avanzando, sorteando donde echar las ninfas en las mejores condiciones y posturas que presumiblemente pueden dar alguna trucha. Pronto salen las dos primeras y algún que otro toque habíamos sentido. Parece que quieren, eso sí, hay que buscarlas bien abajo.

Para media mañana ya habíamos sacado algo más de media docena y alguna otra logró escapar al borde de la sacadera.

A partir del medio día la cadencia entre captura y captura disminuye, pero a pesar de ello alguna más se deja engañar. La mayoría son truchas pequeñas, alguna la más grande ronda los 30 cm, pero finas y bravas con ellas solas. La ninfa triunfadora en mi caso es la hare cooper nymph que siempre ato en el bajo combinada con alguna otra atractora y también más pequeña.

Paramos a comer mientras nos deleitamos viendo pasar a varios ciclistas cerca de nosotros mientras disputaban una carrera popular local.

Para después de comer en la zona alta del tramo, la cosa cambia radicalmente y tras las dos primeras truchas, no volvieron a dar la cara. Por alguna razón las truchas dejaron de comer o no dimos con la tecla para levantar alguna más. Lo intentamos con todo lo que teníamos, pudimos y supimos, pescando cerca incluso doblando las orillas, pero no hubo forma, es como si las truchas se hubieran dejado caer con la corriente aguas abajo.

Nos quedaron por recorrer los últimos 150 metros de tramo, pero viendo como estaba transcurriendo la tarde no esperábamos sorpresa alguna y el cansancio se mezclaba con la desesperación.

Así que agotados y viendo que nos esperaba una buena caminata hasta el aparcamiento, decidimos despedirnos del Arenal por este día, pero con el deber cumplido de haberlo pasado bien y con buenas sensaciones.  A pesar de que la tarde no acompañó con más capturas, el día mejoró y salió el sol, algo que agradecimos pues la mañana había tenido menos luz. Creemos que este año con la temporada más avanzada, este río tendrá mejores momentos y resultados, pero eso lo tendremos que descubrir en otra ocasión.

© PescataMinuta

 

7 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Alberto J Parajon dice:

    Bonito rio y lugar.Ahi siempre se gana.Como estaria la temperatura del agua cuando picaban y a como estaria cuando pararon ? saludos.

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    1. Hola Alberto, gracias por tus comentarios. Sobre el agua indicarte que estaba muy fría, pero no te puedo concretar si había diferencia entre un momento y otro. Yo al menos no la notaba. Un saludo

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  2. MANUEL CANO MUÑOZ dice:

    Un reportaje muy interesante. Enhorabuena Antonio. Te espero en Cuenca para compartir una jornada de pesca.

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    1. Muchas gracias Manolo, un día de estos te doy un toque y pescamos juntos por tu tierra. Un abrazo!

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  3. Mario GC dice:

    El río estaba precioso, he estado por esa zona infinidad de veces por trabajo y siempre me he quedado con las ganas de pescarlo. Las truchas preciosas, seguro que la abundancia llega más adelante,

    saludos!

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    1. Pues si Mario, el río una delicia. Aguas muy frías y las truchas se resistieron mucho. Te lo recomiendo!

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